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viernes, 10 de agosto de 2012


TRATA DE MUJERES: UNA CUESTIÓN DE GÉNERO

Una mirada de género a la Trata de personas permite evidenciar que - según datos de entidades nacionales e internacionales -, las víctimas son  especialmente  mujeres en  un porcentaje que va del 80% al 95%. Los casos más conocidos son de explotación sexual de mujeres adultas, jóvenes y niñas; se reportan además diversos tipos de explotación como trabajo doméstico, matrimonio servil, y otras formas de esclavitud.Desde este enfoque, surge de inmediato la pregunta en torno a las razones que propician la alta presencia de las mujeres como víctimas de este delito.

Una de las respuestas  es  la relativa facilidad de detectar la Trata de personas con fines sexuales, dado que es una práctica muy visible. Sin embargo, no se puede desconocer que la mayor vulnerabilidad de la población femenina y la ancestral permisividad del uso del cuerpo femenino como una mercancía, proceden de relaciones de poder asimétricas y de ideologías de tradición machista y patriarcal.



El análisis de los casos de Trata – interna y externa - atendidos por la Corporación Espacios de Mujer sugiere adicionalmente como causas que facilitan la vinculación femenina a este negocio las situaciones de pobreza, desigualdad, violencias de género, inseguridad y narcotráfico.

Efectivamente, las situaciones de desempleo, empleos precarios e irregulares, así como la limitación de oportunidades, si bien existen para mujeres y hombres, generan mayores dificultades para las mujeres. La expansión de la demanda del sexo en países europeos, asiáticos y en la misma región latinoamericana (Panamá, Aruba, Costa rica, entre otros), demanda satisfecha por mujeres del exterior, posibilita que mujeres de países de menor desarrollo relativo (entre ellos Colombia), sean comercializadas para atender diversos servicios sexuales. A esto se suma la necesidad de personal femenino para otros oficios domésticos y similares que no realizan las nativas del país de destino, dado que son actividades de baja valoración y reconocimiento económico y social.

Mucho se debate en torno al vínculo entre prostitución, migración y Trata de personas: al observar los factores determinantes para todos los casos, priman aspectos relacionados con las inequidades de género. Profundizar el enfoque de género en el análisis de esta problemática permite precisar y ampliar el conocimiento sobre los factores relativos a la alta vulnerabilidad de las mujeres frente a la misma.

Para su eliminación, es necesario no sólo el trabajo de prevención, atención y protección en los países de origen, sino el compromiso y la voluntad política para la criminalización en los países de destino, así como la solidaridad y apoyo para la restitución de derechos a las mujeres víctimas del mismo.

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